Volveré a sentarme una noche en la playa
contemplaré el mar como antes lo hacía,
volveré a sentir esa especial sensación
que provoca la quietud
cuando el ambiente te absorbe
me sentiré lejana y ausente
como la gaviota que serena circula
sabiéndose sagrada
con paso ensayado
dejaré deslizarse la arena entre mis manos
revelando el tiempo en el espacio indiviso
visitaré el horizonte mil veces
y estaré segura de estar presente
de saberme en el lugar exacto
de conocer el secreto
Solo entonces me recostaré muy quieta
a la sombra de los árboles
(que saben y callan
porque no es privilegio de todos saber)
Despertaré nueva, digna,
Y hablaré con ellos
En ese idioma único,
Sacro (íntimo).